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Juan Rulfo y un poco de su historia

Acercamiento al gran escritor mexicano Juan Rulfo (Sayula, Jalisco 1918 -México, D.F. 1986) Por: Carlos A. Barreiro

Se cumple ya en este 2012 sesenta años de la escritura de la mayor parte de los cuentos del libro de cuentos El llano en llamas de Juan Rulfo, que se publicaría en 1953 gracias a la beca que el Centro Mexicano de Escritores otorgó a este notable escritor mexicano en 1952. 

Libro ejemplar porque ya a tantos años de su escritura y publicación, se sigue mostrando vigente sobre todo en cuanto a los aspectos de rezago, tanto material como espiritual y de injusticia que se continúan dando en muchos pueblos mexicanos hoy día. De hecho, en cierta forma el libro de cuentos “El llano en llamas” –de gran valor de por si como libro de cuentos – fue una preparación para la escritura de la novela “Pedro Páramo,” publicada en 1955, y que es una de las mejores novelas que se hayan escrito en toda la literatura universal y que le ha dado a Rulfo reconocimiento y fama en muchos países, la novela  ha sido traducida a más de treinta idiomas.

Ésta surgió en gran medida de una experiencia que Juan Rulfo tuvo cuando a los 28 años todavía trabajando como agente de Inmigración para la Secretaría de Gobernación- regresó al pueblo de San Gabriel en el estado de Jalisco, donde pasó la mayor parte de su infancia, y lo encontró casi totalmente deshabitado, casi como un pueblo fantasma. Esto lo impresionó profundamente y, de hecho, la acción de la novela “Pedro Páramo” ocurre en un pueblo así casi totalmente abandonado al que llega Juan Preciado en busca de su padre, el cacique Pedro Páramo. En ese pueblo llamado Comala, Juan Preciado casi sólo encuentra voces y murmullos de todos los muertos del pueblo que no han encontrado la plenitud de la vida o del amor ni en la vida ni en la muerte, y por eso continúan ya en ésta existiendo sólo como voces, y así cada voz va contando su historia y entre todas cuentan la historia de ese pueblo de Comala, incluida ya la voz de Juan Preciado, quien al poco tiempo de llegar al pueblo y casi sólo escuchar esas voces o murmullos muere de miedo y así pasa a formar parte de esas voces, cada una narrando, como acabo de decir, su propia historia y al entrecruzarse con las otras la historia del pueblo sin que la paz o el descanso parezcan llegar nunca para nadie.

En esta gran novela Juan Rulfo usa diferentes técnicas narrativas, la más relevante siendo la del monólogo interior que devela los sentimientos y pensamientos más íntimos de cada personaje, serie de monólogos que se juntan también a la narración que hace Juan Preciado. Es imposible en este breve espacio abarcar la gran variedad de aspectos tanto vitales como literarios de esta gran novela de apenas ciento veinte páginas; y novela sobre la que se han escrito infinidad de ensayos críticos y aun libros y tesis en innumerables universidades de muchos países. Sólo para retomar mi comentario de inicio de esta nota, y como una invitación a la lectura de Rulfo, menciono que ya desde los cuentos de “El llano en llamas,” Juan Rulfo es el escritor que mejor expresa al campesino mexicano, presentándolo como es, desidealizándolo y con todos sus problemas y en general, en estos dos libros, “El llano en llamas” y “Pedro Páramo,” podemos ver al México campesino, separado de la modernización y del capitalismo industrial, sufriendo la pobreza, el caciquismo y las supersticiones. Además, Rulfo se muestra como el primer escritor mexicano con un estilo y un lenguaje adecuados al México rural. Su estilo es directo, mostrando en los diálogos con exactitud la manera verdadera de hablar de esos campesinos, razones de más para gozar de su lectura o relectura y porque asimismo las descripciones de los pueblos y lugares llegan incluso a ser poéticas.